martes, 29 de noviembre de 2011

3RA PARTE DEL RESUMEN "UNA CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA MASÓNICA DE MÉXICO" DE RICHARD E. CHISM

UNA CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA MASÓNICA DE MÉXICO (3ra parte)



por Richard E. Chism
resumen de Octavio León Urrutia


VI. El Renacimiento del Rito Escocés (Continúa)
 

En junio de 1863, los franceses convocaron a una asamblea en la Ciudad de México en la que se dispusieron los preparativos para el Imperio de Maximiliano de Habsburgo. Las Logias capitalinas del Rito Nacional Mexicano suspendieron sus trabajos, mientras los Masones más patriotas se organizaron para hacer frente al invasor extranjero. La Logia "Unión fraternal", perteneciente al Rito Escocés, continuó regularmente sus trabajos al asumirse ajena al conflicto, razón que la llevó a ser la única Logia activa durante muchos años. Dadas las condiciones diplomáticas del momento, la Logia "Unión fraternal" decidió sustituir la carta patente española (del Gran Oriente de Nueva Granada) por una francesa (del Gran Oriente de Francia), ayudándose de convenientes conexiones familiares entre ambos cuerpos. 

Por ese tiempo, llegaron a México Manuel Basilio da Cunha Reis y Francisco Pires de Almeida (ambos masones de nacionalidad portuguesa), listos para aprovecharse de la debilidad y de las necesidades del nuevo Imperio de Maximiliano. La Misión especial que llevaba Reis a México era la obtención de concesiones ferrocarrileras, y Almeida era el gran capitalista con cuyo dinero e influencia debería construirse el ferrocarril proyectado. [1]


VII. El renacimiento del Rito Escocés en México (Continúa)


"Al discutirse en el seno la Logia "Unión fraternal" el proyecto de obtener una carta patente del Gran Oriente de Francia, el hermano Reis estando presente de visitador pidió la palabra y habló en contra de cambiar una jurisdicción extranjera por otra igualmente extranjera y a favor de la independencia Masónica de México."[2] 

Afirmó que dicha independencia se podría alcanzar fácilmente, pues al no existir potencias Masónicas en el país, él como Masón Grado 33, tenía las facultades para hacerlo. Sin embargo, se pasó por alto la existencia del Supremo Consejo del Rito Nacional Mexicano[3], del cual no tenía conocimiento Reis[4], mientras el resto de los asistentes lo desestimaron pues daban por aniquilado al RNM. A pesar de ello, la propuesta fue bien recibida, por lo que se solicitaron referencias sobre Reis, que contestó el mismo Andrés Cassard con beneplácito. Cassard era conocido por sus contribuciones a la Masonería en castellano, además de ser reconocido como el comisionado de instalar los Supremos Consejos en Cuba, las Antillas, México y América Central. Estas credenciales terminaron por convencer a los entusiasmados Masones mexicanos sobre la viabilidad de sus propósitos, por lo que se llevaron a cabo los arreglos necesarios para fundar el Supremo Consejo del Gran Oriente de México, instalar 3 Logias Simbólicas y una Gran Logia que llevó por nombre "Gran Logia del Valle de México".

Reis pretendía ofrecer el cargo de Soberano Gran Comendador al emperador Maximiliano, de quien afirmaba poseía el Grado 18. Maximiliano rechazó (si es que en verdad se le ofreció) el cargo, sin embargo, su médico particular y su Gran Chambelán, ocuparon puestos dentro del Supremo Consejo como representantes del Imperio. El Emperador sostuvo charlas con estas Logias para saber si sus lealtades estaban con el Imperio. Se dice que escuchó argumentos y principios republicanos, y que a pesar de ello se convirtió en invitado distinguido de la Orden, ayudando incluso a financiar labores Masónicas de beneficencia. Su carácter noble, el deseo de agradar a todo mundo, y la necesidad de "reconciliar lo irreconciliable" hicieron del Imperio de Maximiliano, un fracaso atroz. En junio de 1867, el malogrado Imperio concluyó en el Cerro de las Campanas y las fuerzas republicanas volvieron a tomar el control de la capital.


XVIII. El Supremo Consejo de México
 

Junto con Juárez y los Congresos, regresaron los miembros restantes del Supremo Consejo fundado en Veracruz en 1860 por Laffon de Ladebat. Las circunstancias habían separado a los integrantes, y como consecuencia de la guerra, tres de ellos habían muerto (incluido el General Ignacio Comonfort) por lo que se llevaron a cabo elecciones para ocupar esas vacantes. Entre los nuevos electos se contaba el General Porfirio Díaz (quien había sido Gran Inspector del RNM). 

Por aquel entonces se suscitaron serias dudas sobre la legitimidad del Supremo Consejo en México, pues no existía evidencia de que Reis hubiese recibido el Grado 33 de la Masonería como no la había de sus facultades para llevar a cabo dicha instalación[5]. Simultáneamente, se conoció la vigencia del Supremo Consejo fundado en Veracruz, lo que bien pudo significar conflictos entre ambas obediencias. 

De manera verdaderamente fraternal, se celebró una tenida el 28 de abril de 1868 que resolvió unificar ambos cuerpos en un Supremo Consejo de Soberanos Grandes Inspectores del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la Jurisdicción Masónica de la República Mexicana, para lo cual se efectuaron las respectivas elecciones que designaran a los nuevos dignatarios. Los principales Supremos Consejos alrededor del mundo reconocieron inmediatamente su legitimidad y regularidad. 

A la vuelta del gobierno republicano al poder, el Rito Escocés se halló nuevamente enfrentado al Rito Nacional Mexicano. De ambos grupos existió buena voluntad para dar solución al conflicto mediante un solemne tratado de alianza y amistad, que distinguía de manera recíproca a sus altos funcionarios, reconocía su regularidad, respetaba su autonomía y daba representación igualitaria en los Orientes donde existieran Logias de ambos Ritos.


IX. La Masonería en discordia


La condición de la Masonería en todos los países Hispano-Americanos, ha sido por muchos años muy lamentable. Ni una sola organización Masónica en estos países, ha estado exenta de movimientos revolucionarios encaminados a formar centros sediciosos donde han salido masones irregulares y clandestinos. Una condición tan general entre los hermanos Hispano-Americanos no puede proceder sino de una sola causa […] La discordia de la Francmasonería Hispano-Americana no conoce ninguna causa externa, procede de dentro de la misma Orden, nace de la mala semilla que una sola mano arrojó con el intento de hacer bien a la institución masónica, pero con efecto enteramente diverso.[6] 

La razón, según Chism, se encuentra en un fragmento del "Manual de la Masonería" de Andrés Cassard[7]  conocido como "Estatutos de Nápoles" atribuido a algún infortunado reformista italiano y traducido al español por Tadeo C. Carvallo. Estos estatutos ni siquiera llegaron a entrar en vigor en Italia dada su evidente inoperatividad y falta de apego a los preceptos Masónicos, sin embargo, fueron -sus 300 artículos-[8] acogidos por los Masones de España y la América Española, como los mandamientos de Dios lo son para la Iglesia[9]. 

El funesto documento modificaba la concepción que se tenía del Gran Oriente redefiniendo por un lado su estructura orgánica en una Gran Logia Madre compuesta por un Gran Comendador, Maestro de la Orden vitalicio y representantes de todos los Cuerpos del Rito Escocés del grado 4 para arriba, además de representantes de las Grandes Logias afiliadas, y otro lado replanteando su rol como Gobierno Supremo de la Orden.  

Para efectos administrativos y legislativos a todos los miembros del Gran Oriente se consideraba iguales en voz y voto, así que los Maestros Masones de las Logias se igualaban con los de Grados más altos, incluso del Grado 33. El número de Maestros Masones era obviamente superior en relación con los de Grados superiores, y su identidad, opiniones e intereses los ligaban naturalmente con la de los masones de grados 14 y 18. De esta manera se producía una división en dos partidos con consecuencias de sobra conocidas: la ruptura y el desconocimiento del grupo antagónico. Finalmente se solucionaba el conflicto y se vivía una corta armonía hasta que la historia se volvía a repetir. 

Con el correr de los años las secuelas de la mala semilla fueron mermando, hasta consolidarse de nuevo en la organización llamada "La Gran Dieta de México". Fuera de esta organización, se retomó el único, auténtico y practicable sentido de la Masonería Simbólica. No ha de concluir esta referencia sino hasta revisar los cambios y trastornos ocasionados por el proyecto del Gran Oriente en nuestro país.

En primera instancia, el Gran Oriente Mexicano estableció una Constitución Masónica que pronto dio muestras de su inviabilidad, lo que llevó a una mayoría a descartar el cambio y devolver el control al Supremo Consejo. Esta reacción causó molestia entre algunos cuerpos Masónicos del escocismo quienes se proclamaban auténticos y calificaban a los separatistas de "contrarios a las doctrinas de los Estatutos de Nápoles", llegando incluso a rebelarse al Supremo Consejo y, apoyados por el Gran Maestro de la Gran Logia del Valle de México, establecer el "Soberano Gran Oriente del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República de México" en julio de 1870. 

El Supremo Consejo declaró irregulares aquellos procedimientos, suspendió los Cuerpos rebeldes  y los hermanos afiliados a éstos. El Supremo Consejo se halló casi sin Masones de los Grados 14, 18, 30 y 32, pero contó con la adhesión de 14 Logias Simbólicas de las veinte que tenía bajo sus auspicios. Las Logias que permanecieron con el Gran Oriente eran de la capital, mientras que las fuereñas estuvieron unánimemente a favor del Supremo Consejo. 

Los seguidores del Gran Oriente, considerados rebeldes organizaron un Rito Independiente con el nombre de "Rito Escocés Antiguo y Reformado", que dejaba sólo 3 Grados arriba del Grado de Maestro, recibiendo los otros sólo por comunicación. 

Los Masones del RNM habían visto con recelo a los del Rito Escocés, por su mayor popularidad en la República, consecuencia de la actividad política del Rito Nacional. La evidente amenaza sufrida por el Rito Escocés, complacía de alguna manera al RNM, quienes optaron por reconocer al llamado Rito Reformado. El Supremo Consejo protestó esta decisión y se retiró del tratado de amistad y alianza que tenía con el Rito Nacional Mexicano, declarándolo irregular por motivo de su reconocimiento de los Cuerpos irregulares. Otros Cuerpos de poca importancia[10] también los reconocieron. El Rito Escocés Reformado, lucha por su supervivencia con mediano éxito hasta el año de 1874. 

Ese año se reunió en Laussane, Suiza, un Congreso Masónico del Rito Escocés que ha quedado conocido en la historia por el nombre de "El convento de Laussane"[11]. Los representantes del Gran Oriente Nacional Mexicano del Rito Escocés Antiguo y Reformado no fueron admitidos para formar parte del Congreso por carecer de un Supremo Consejo, lo que les volvía un Rito incompleto, llamándose escocés injustificadamente. Para 1876 este Cuerpo quedó prácticamente en sueños, sin embargo, algunas de sus Logias decidieron regularizarse por la Gran Logia del Valle de México y su Supremo Consejo, mientras otras obtuvieron patentes de la Gran Logia de Hamburgo. Entre esta Gran Logia de Alemania y la Gran Logia del Rito Nacional Mexicano "Luz de México" se estrecharon lazos que se tradujeron en el reconocimiento de esta última, reconocimiento que ya se ha de haber retirado pues hace mucho que aquella Gran Logia del Rito Nacional Mexicano está en sueños.

Tras la revolución en Tuxtepec, los masones del RNM convocaron a una asamblea donde se determinó que se separarían de la actividad política, para que la disputa entre los dos partidos, no fuera nunca más relacionada con la Fraternidad Masónica, resolución que han respetado hasta nuestros días. Al consumarse jurídicamente sus anhelos, el Rito comenzó a debilitarse y perder terreno ante el Rito Escocés, lo que casi los condujo a la extinción. El mobiliario y archivo de la Gran Logia del Rito Nacional Mexicano fue vendido para pagar deudas hipotecarias pasando a manos de particulares. 

Es imposible reprochar la manera de actuar de los Masones del RNM fungiendo como organización política, combatiendo la ignorancia, el fanatismo y la codicia (disfrazados con los trajes de la Iglesia Católica Romana), y luchando por la independencia, la libertad y el progreso. 

La política sencilla, donde las opiniones se debaten en una contienda entre partidos de diversas ideas que pueden vencer uno al otro sin cambiar los principios fundamentales del buen gobierno, no tiene interés para la Masonería y la Masonería debe apartarse de ella; pero cuando existan partidos cuyo buen éxito significa un ataque a la libertad del pueblo, los masones y las organizaciones Masónicas deben pronunciarse a favor del liberalismo y consagrar a éste sus últimos esfuerzos y sacrificios.[12]





[1] En el resto del capítulo se discurre acerca de los méritos y errores de Reis, quien fuese un masón de probado entusiasmo pero malas administraciones. [N. del A.]
[2] Richard E. Chism. Op. Cit. p. 55
[3] Recordemos que al primer Supremo Consejo de México se le declaró "espurio" , y había otro fundado en Veracruz en 1860, con carta patente del Gran Oriente de Nueva Granada (en Cartagena, España) que había quedado "en sueños". [N. del A.]
[4]  Dada la conducta mostrada por Reis en otros episodios de su vida, sería conveniente tomar esta afirmación con las debidas reservas. [N. del A.]
[5] Aún más sospechas generó que tras conocer la desconfianza hacia su persona y sus poderes, Reis partiera hacia La Habana sin mayor explicación. Más tarde se reconocerían como un error las descalificaciones imputadas a Manuel Basilio da Cunha Reis. [N. del A.]
[6] Richard E. Chism. Op. Cit. p. 68
[7] Andrés Cassard. Manual de la Masonería. Nueva York, EE.UU. Cartoné. (1867) P. 550-616
[8] Chism parece obviar el número verdadero de artículos (579), para echar por tierra cualquier posibilidad de atribuirle algún interés por el documento, pues no parece posible que un Masón tan documentado ignorase el contenido. [N. del A.]
[9] Según Rafael Obregón Loria y George F. A. Bowden. Anuario de la Gran Logia de Costa Rica. La Masonería en Costa Rica: segundo periodo. San José, C. R. Trejos Hermanos Impresores. (1938) P. 15, Andrés Cassard intentó rectificarse argumentando que no era su intención hacer pasar estos estatutos particulares del Gran Oriente de las dos Sicilias de 1820 como los de la Masonería en General, más bien pretendía, a falta de un código Masónico en español, compartir el que acababa de traducir el venezolano D. Tadeo Carvallo "para servir de referencia". [N. del A.]
[10] Se mencionan al Gran Oriente de España y al Supremo Consejo de Colón (en Cuba). La ambigüedad en relación a cuántos y cuáles otros Cuerpos les reconocieron contribuyen a minimizar los logros de este Rito; sin embargo, el motivo de su desaparición no fue la falta de reconocimiento o la calidad del mismo, sino su incomprensión de la estructura orgánica del Rito Escocés. [N. del A.]
[11] Otras fuentes aseguran que dicha reunión se celebró al año siguiente, es decir, en 1875, precisando además que el nombre de la reunión fue "Congreso Internacional de Supremos Consejos" y que tuvo como resultado la reforma de las Grandes Constituciones de 1786, lo que significa que, entre otros asuntos, se trató la improcedencia del proyecto del Gran Oriente frente a las tradiciones de la Institución Masónica. [N. del A.]
[12] Richard E. Chism. Op. Cit. P. 77

martes, 22 de noviembre de 2011

2DA PARTE DEL RESUMEN "UNA CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA MASÓNICA DE MÉXICO" DE RICHARD E. CHISM

UNA CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA MASÓNICA DE MÉXICO (2da parte)


por Richard E. Chism
resumen de Octavio León Urrutia

IV. El Rito Nacional Mexicano   


A poco de haber establecido el Rito de York, se hizo evidente que éste seguía el mismo camino que su antecesor, y que gran parte de sus miembros tenían la única virtud de ser contrarios al escocismo. De ahí que nueve entusiastas masones, cinco del Rito Escocés y cuatro del Rito de York, se propusieron combatir los abusos de "aquella" Francmasonería, estableciendo una nueva Logia preocupada de los buenos principios Masónicos.

Naturalmente no fue fácil conseguir una carta patente de ninguno de los dos Ritos existentes, por lo que se resolvió crear un nuevo Rito que agrupara las calidades de los otros dos, y resolviera las disputas y patronazgos religiosos dentro de las Logias. Finalmente, para resolver las objeciones sobre la "regularidad" de este cuerpo Masónico, se contestó que, de acuerdo con la historia Masónica, todos los Ritos reconocidos habían comenzado de la misma manera. La lógica de este argumento, no dio cabida a réplicas. De esta manera, una especie de Convención Constituyente Masónica celebrada el 22 de agosto de 1825, dictó las bases del nuevo Rito Mexicano, fundadas en 5 puntos:

1.- La independencia del nuevo Rito.
2.- Su gobierno debería consistir de un Gran Oriente y un Gran Logia Nacional Mexicana.
3.- Sus grados deberían ser los 3 de la Masonería Universal, y sus grados más altos serían 6 más (para un total de nueve).
4.- Cinco Logias regulares podrían establecer una Gran Logia en algún estado donde no hubiera alguna.
5.- "Los objetos de la Masonería Mexicana, serían trabajar para el adelanto de la virtud y la elevación de la humanidad, para la armonía y la verdadera fraternidad."[1]

En menos de 5 años, el Rito había alcanzado aceptación entre los masones de toda la república. Como se explicó en el capítulo anterior,[2] las Logias del Rito de York[3] se hallaban en sueños, lo que derivó en más y mejores miembros para el recién creado Rito Mexicano. En 1831 se fundaron la segunda Gran Logia del Rito Nacional Mexicano en Guadalajara (Jalisco), y la tercera en Toluca (Estado de México).

En 1833, "se verificó una Asamblea General del Rito Nacional Mexicano, la que publicó un programa político a favor de la libertad de las opiniones y de la prensa; de la abolición de los fueron clericales y militares; de la clausura de los conventos y del establecimiento del casamiento civil; de la educación del pueblo; de la abolición de la pena capital y de la conservación intacta del territorio nacional."[4] También se resolvió solicitar el reconocimiento para francmasones extranjeros y establecer Logias de adopción para mujeres. Estos cambios se alcanzaron paulatinamente, no sin grandes esfuerzos e innumerables batallas libradas en las guerras intestinas de la República.

La publicación de estas propuestas de reforma, trajo consigo la entrada de la Masonería mexicana a la arena política, convirtiéndose instantáneamente en una amenaza para el partido conservador-clerical. Para aquel entonces, el enemigo más conspicuo del progreso era Santa Anna, quien, a pesar de proclamarse masón de Rito Escocés, no era sino "un escocés", es decir, miembro de la facción política clerical que había heredado ese nombre.

En 1845, ocho masones franceses[5] formaron una Logia para trabajar en México bajo el Rito de San Juan, con una carta patente del Gran Oriente de Francia. En 1847, la Intervención Norteamericana paralizó los trabajos de aquella Logia francesa y disolvió temporalmente los trabajos del Rito Nacional Mexicano, cuyos miembros se distinguieron por la activa defensa de la patria. El uso oportuno de determinados signos, significaron cortesías fraternas que servían para mitigar los horrores de la guerra. No por ello los ejércitos norteamericano ni mexicano disminuyeron sus esfuerzos de conquista y defensa respectivamente. Esta invasión dio fin a los Ritos escocés (introducido en 1813) y yorkino (fundado en 1825) basados en doctrinas políticas.

Tras la salida del ejército norteamericano en mayo de 1848, se restableció el Supremo Gran Oriente del Rito Nacional Mexicano y el Rito en general, aunque nunca volvió con el mismo vigor y fuerza que antes de la guerra. En 1850 una epidemia de cólera azotó la República Mexicana, interrumpiendo nuevamente los trabajos masónicos y extinguiendo un gran número de Logias. En 1855 Santa Anna es exiliado por su ambición desenfrenada. En 1856 se decretaba la expulsión de los jesuitas; el 22 de mayo de ese mismo año, mediante la aplicación de la ley de Lerdo de Tejada se enajenarían propiedades de corporaciones civiles y eclesiásticas.

En el año de 1857 se adoptó una nueva Constitución que decretaba la separación entre la religión y el Estado, garantizaba la libertad de palabra y de prensa, abolía los fueros eclesiásticos y el derecho a poseer bienes raíces para el uso de la Iglesia, y establecía la supremacía del Gobierno Nacional sobre los habitantes de la República. Esta Constitución fue obra de la Orden Masónica, y en especial del Rito Nacional Mexicano, quienes supieron conservar sana distancia de las estructuras políticas, sin por ello ser indiferentes a las condiciones sociales que les incumbían.

A manera de conclusión, Chism llama a unificar los ceremoniales de la Orden, en apego a las "fórmulas antiguas, observadas por nueve décimas partes de todos los masones del mundo."[6]

V. El renacimiento del Rito Escocés

El Rito Nacional Mexicano se convirtió por algún tiempo en la única organización masónica del país, sin embargo, en 1859 se establece la Logia "Unión fraternal" #20 con carta patente del Gran Oriente de Nueva Granada[7], origen de la nueva era del Rito Escocés en México. La reacción por parte de los conservadores hacia la instalación de esta Logia fue de rechazo inmediato, lo que condujo nuevamente a la prohibición de sus actividades, así como la persecución de sus afiliados. Los clericales aprovechaban la prensa para insultar a estos masones, además de promover la excomunión para ellos. Lejos de alcanzar sus objetivos, los embates de la Iglesia fortalecieron la unión entre los masones.

Los dos Supremos Consejos de las jurisdicciones Norte y Sur de los Estados Unidos encomendaron a Andrés Cassard la instalación de los respectivos Supremos Consejos en Cuba y las demás Antillas, además de en la Ciudad de México y América Central. Debido a la participación de Cassard en la prensa disidente cubana, se vio perseguido junto con los demás redactores del periódico llamado "La voz del pueblo" de aquella región, esto lo llevó a delegar su objetivo en la persona de Juan Rafecas a quien le concedió el grado 33 para tal efecto. A pesar del buen resultado de la empresa, a los Supremos Consejos de Estados Unidos no les agradó la forma en que se llevaron a cabo sus órdenes, por lo que decidieron comisionar a Charles Laffon de Ladebat a la instalación en México, sin retirar en ningún momento los poderes delegados a Cassard.

Los planes terminaron por hacerse conocidos, de tal suerte que Jacques Foullhouze, fundador del Supremo Consejo de Louissiana, emprendió la tarea de adelantarse a la nueva fundación de Rito Escocés en México. Sus intenciones y métodos le valieron el fracaso en el malogrado y espurio proyecto conocido como “Supremo Consejo del Valle de Anáhuac”.

En noviembre de 1859, Laffon de Ladebat encontró el puerto ocupado por las fuerzas del Gobierno federal y legítimo de México presidido por el insigne Benito Juárez. A su alrededor, se encontraban los personajes más importantes del partido liberal por lo que Ladebat resolvió comenzar en ese lugar su encomienda. Inmediatamente entró en contacto y estableció relaciones con Masones de la recién formada Logia "La fraternidad" perteneciente al RNM, quienes veían con buenos ojos el objetivo de Ladebat.

Personajes como el General Ignacio Comonfort (ex Presidente de la República) y Nicolás Pizarro Suárez (abogado y literato), fueron parte de aquel grupo elevado al Grado 33 de la Masonería escocesa cuya misión era formar un Supremo Consejo. La ceremonia se llevó a cabo en una pieza del Hospital Civil de Veracruz, donde se hallaba hospitalizado Nicolás Pizarro, el 21 de diciembre de 1860, apenas dos días después de la derrota de las fuerzas clericales en la batalla de Calpulalpan.

En enero de 1861, el Gobierno y el ejército retornaron a la Ciudad de México, pero las invasiones extranjeras[8] impidieron que se reorganizara el Supremo Consejo en la capital. Se desconocen registros de sesiones de este Supremo Consejo, durante el periodo de 1861 a 1867.




[1] Richard E. Chism. Op. Cit. p. 34
[2] Disponible en esta otra publicación. 
[3] Y también del Escocés. [N. del A.]
[4] Richard E. Chism. Op. Cit. p. 34-35.
[5] A pesar de que la historia ha hecho hincapié en el intervencionismo americano, particularmente ejercido por Joel R. Poinsett (quien fuese embajador de los Estados Unidos de Norteamérica en México), parece olvidarse que medidas semejantes fueron ejercidas (varias décadas antes) por los franceses y su ministro Antoine Deffaudis, dejando como consecuencia escisiones políticas internas, debilidades diplomáticas internacionales, así como acuerdos económicos costosos y dolorosos para la nación. Chism niega una parte fundamental de la historia masónica de México al omitir (con dolo o sin él) el rol sociopolítico de la Francmasonería francesa en nuestro país. [N. del A.]
[6] Este llamamiento refleja el dogmatismo del autor, quien parece abjurar del sincretismo filosófico del cual emana la Orden de la Francmasonería, que rescata las enseñanzas de todas las escuelas mistéricas para dotar de significación simbólica al acto de iniciación. Las más antiguas normativas rituales conocidas, como el manuscrito Regius (datado alrededor del año 1390), o el manuscrito Cooke (cuya data lo ubica entre 1420 y 1425) eran similares en cuanto a su estructura y esencia (textos divididos en tres partes: una plegaria o invocación, la historia tradicional de la Orden, y finalmente los deberes del Masón), sin llegar a ser idénticos en sus formas. [N. del A.]
[7] En Cartagena, España. [N. del A.]
[8] Francesas nuevamente. [N. del A.]

SIMBOLISMO BÁSICO EN LAS LÁMINAS DEL TAROT

EL SIMBOLISMO BÁSICO EN LAS LÁMINAS DEL TAROT
El simbolismo en el tarot es de una riqueza incalculable. Por tal motivo ha dado lugar a múltiples especulaciones para conocer su origen. En él encontramos mezcladas imágenes bíblicas, elementos naturales, constelaciones zodiacales, material astrológico, alegorías del Medioevo y sin faltar las referencias a la mitología clásica y escandinava.
Águila: Cimas. Pueden ser espirituales. Sexo.
Agua: las aguas son el océano primordial del que surge la tierra. También son medio de purificación y centro de regeneración.
Alas: son símbolo de elevación y espiritualidad. Para los antiguos griegos representaban la inteligencia; para los cristianos el espíritu.
Ángel: simboliza al mensajero de lo divino y representa estados sutiles del ser.
Animal: en tanto que arquetipo, el animal representa las potencias instintivas y las capas más profundas del inconsciente. También simbolizan los principios y fuerzas cósmicas.
Balanzas: ponderación del bien sobre el mal. Peso de la justicia. Equidad.
Barba: simboliza la virilidad, el coraje y la autoridad. Cuando quien la luce tiene una edad avanzada, representa sabiduría y autoridad espiritual.
Bastón o Cayado: es el vínculo vertical entre el cielo y la tierra; es el eje del mundo y símbolo de autoridad. Progreso mediante lucha, esfuerzo, trabajo, experiencia.
Cabra: ambiciones materiales y egoístas.
Cadena: es lo equivalente a la esclavitud, humillación, sometimiento a lo inferior, restricciones.
Capa: representa la capacidad de ocultarse y aislarse de las corrientes del pensamiento colectivo.
Cerdo: codicia, suciedad, malos modos.
Centro: es el símbolo de fertilidad y dominio, poder y autoridad.
Circulo: eternidad.
Cocodrilo: crueldad. Falsas lagrimas, tracio, mentira.
Collar: simboliza la ligación cósmica de todos los seres y estados a una esencia común.
Columnas: representan los dos pilares activo y pasivo del árbol de la vida. Estar entre columnas significa tener un lugar relevante en el cosmos.
Coraza: resistencia.
Corona: logro superior de la evolución espiritual. Victoria sobre los instintos. Anhelo de superación luz espiritual conquistada.
Corona y cadenas juntas: trasmutación de lo vulgar a lo superior. Dominio de lo espiritual sobre lo material.
Cruz: tierra, materia. Los cuatro reinos elementales.
Desnudez: se relaciona con el despojo de los bienes materiales y es así mismo sinónimo de candor y pureza.
Doce estrellas: el zodiaco.
Dragón: poderes de las tinieblas o del mal.
Escarabajo: inmortalidad del alma.
Escorpión: egoísmo.
Esfinge: eternidad, paso del tiempo.
Espada: representa la libertad, la fuerza y el poder de quien la esgrime.
Flecha: noticias desagradables. Venganza.
Flores: felicidad, virgen, amor. Buena voluntad.
Flor: por su forma se relaciona con la imagen del centro y por lo tanto con el alma; por su esencia simboliza la fugacidad de las cosas.
Guadaña: muerte posible, cercana, también cosecha de esfuerzos terrenos.
Joven: pureza, virilidad.
Lámpara: luz, inteligencia.
La granada: que lleva la sacerdotisa, según Fournier, es la fruta de Perséfone, diosa griega de los infiernos.
Las columnas: aluden a las columnas del templo de Salomón. (el sacerdote)
León: Rey, fuerza, deseos animales del hombre.
Línea horizontal: pasivo, negativo, femenino.
Línea ondulada: indecisión, tortuosidad.
Línea vertical: activo, positivo, masculino.
Luna: hembra, mujer.
Luz: vida y actividad.
Llama: espíritu.
Maná: alimento espiritual.
Mariposa: inmortalidad, placer belleza, delicadeza.
Negro: mal desdichado, ignorancia, decepción, tristeza.
Ojos: sagacidad, vigilancia.
Ojos vendados: ceguera, desperjuicio, falta de experiencia.
Oscuridad: sueño o muerte.
Paloma: paz, pureza.
Pez: logro.
Tierra: mundo material.
Toro: bravura, trabajo necesario para el progreso.
Triangulo: mente.
Trinidad: surte, tranquilidad.
Paraíso: estado espiritual (psíquico). Concentración en el dédalo de dios en el que no hay dudas ni ambiciones, ni rencores, ni inquietudes egoístas.
Rueda: sugiere la perfección del espíritu. Imagen del movimiento y a inmovilidad.
Serpiente: seducción material sobre el hombre. Dominio de lo terrenal sobre lo espiritual. Simboliza los estados primitivos de la vida vegetativa.
Sombrero: signo de la captación de las energías superiores, simboliza los pensamientos de quien lo luce. También es símbolo de protección.
SIMBOLISMO DE LOS COLORES
Amarillo: se refiere siempre al sol. Es inteligencia e inspiración divina, dependiendo de cómo se encuentre.
Anaranjado: mente enfermiza, pues no es inteligencia, ni es vida (rojo).
Azul: significa realeza agua cristalina y de salud. Es el cielo tranquilo, la distancia larga, el infinito. Es lo que llega de lo superior, del más allá. En astrología piscis.
Blanco: es la luz, pureza. Frecuentemente se refiere a la luna, como cuando se encuentra en instrumentos de plata. Por eso mismo se refiere a la fuerza positiva y benéfica nocturna. En astrología es también la plata.
Negro: significa maldad, perversidad, magia mala. Es todo lo negativo. Si aparece una figura humana del color negro no se está refiriendo a la raza negra, sino al modo de ser, al alma perversa, a la conducta del personaje de quien se trata. Por ello al demonio o al señor del mal se le pinta de negro.
Oro: (color) representa a dios. Es la ley suprema. Si aparece como espada de oro, es la justicia divina. En una trompeta, es voz divina. En una prenda de ropa, es el pensamiento de quien la viste.
Rojo: significa sangre, calor de vida material, amor en lo material; pasión, coraje, agresividad, dinamismo. Una espada roja es guerra.
Verde: significa esperanza, sabiduría en acción. Pensamiento en proyección hacia lo superior, puede ser hacia lo divino. Es amor a la naturaleza y de la naturaleza. Es vida de la naturaleza. Es primavera. Es la eternidad que nos rodea en la cual todo nace, se reproduce, muere y se transforma para volver a nacer en ciclos constantes. En astrología significa Venus.
SIMBOLISMO MÁS REPRESENTATIVO DE CADA UNA DE LAS CARTAS
EL MAGO: sombrero, la vara, moneda de oro, la mesa, dorados cabellos, los cubiletes, los cuchillos, vestido de rojo y azul, principio activo, la mente individual. Principio creador, autoconciencia, movimiento continuo, habilidad con la palabra, voluntad, dominio de los elementos.
LA SACERDOTISA: el velo y la vara, la cruz, el libro, las cortinas y las columnas. Principio recepto, las leyes del universo, la intuición, subconsciente, sabiduría, lo femenino.
LA EMPERATRIZ: la corona, el trono y las alas, el escudo, el cetro y la preñez. Matriz universal, fecundidad, femineidad, inteligencia, imaginación, poder de seducción.
EL EMPERADOR: la corona y la barba, el cetro, el collar, el cinturón. Principio ordenador, estabilidad, auto dominio, fuerza, poder material, virilidad.
EL HIEROFANTE: las columnas, los acólitos, la tiara, la cruz de tres brazos, la mano en señal de bendición y los guantes. Principio de adaptación, perseverancia, tradición, revelación, maestría, enseñanza.
EL ENEAMORADO: el disco solar, Cupido, las dos mujeres y el hombre. Principio de equilibrio, armonización de opuestos, elección, libre albedrio, prueba, pareja.
EL CARRO: el conductor, el tiro (caballos, esfinges, la armadura, las ruedas, las columnas del dosel, las lunas). Principio del movimiento, victoria, creación de la personalidad, dirección acción energética, viaje.
LA JUSTICIA: el collar, la espada, la balanza, el tocado. Ley del karma, orden frente al caos, justicia y verdad, recompensa, equilibrio y prudencia, ley de instrucciones.
EL EMITAÑO: el anciano y la barba, el báculo, el manto, el manto y la capucha, la lámpara. Búsqueda del conocimiento, prudencia, filantropía, meditación, austeridad, el paso del tiempo.
LA RUEDA: Hermanubis (animal que sube por la rueda) la rueda, la esfinge, tifón-set. El destino, nuevo ciclo, cambio positivo, movimiento, evolución, suerte.
LA FUERZA: la capa, los adornos dorados, el león y el sombrero. Fortaleza de espíritu, el poder de la inteligencia, ética, dominio, sutileza, confianza.
EL COLGADO: el personaje y su postura, el pie y la cuerda, los troncos. Iniciación, tendencia al misticismo, espiación, espíritu de sacrificio, heroicidad, capacidad de renuncia.
LA MUERTE: despojos humanos, el esqueleto, la guadaña. Transformación, renovación y perdidas, renacimiento, cambio fundamental, eliminación del pasado.
LA TEMPLANZA: el ángel y las alas, las vasijas y el agua, la flor. Combinación de contrarios, armonía, equilibrio. Fluidez, inspiración artística, concentración.
EL DIABLO: los atributos sexuales, los diablillos, el yelmo y los cuernos, las alas de murciélago magnetismo, pura energía, acción confusa. Pasión, cautiverio material, sexualidad.
LA TORRE: la torre, las ventanas, la corona, el fuego. Caída del egoísmo, final de algo, cataclismo, destrucción, enfermedad, corte.
LA ESTRALLA: la estrella, el árbol y el ave, la mujer desnuda y las vasijas. La armonía del universo, conocimiento de la ley natural, sensibilidad, belleza, esperanza realizada, sencillez.
LA LUNA: la luna, el lago y el cangrejo, el perro y el lobo. Magnetismo, premoniciones, receptividad, imaginación, sueños, intuición.
EL SOL: el sol, las gotas de rocío, los niños. Expansión, felicidad, éxito concreto, amor compartido, vitalidad y protección.
EL JUICIO: la tumba y las figuras, la nube y los rayos, la cruz y la bandera, el ángel y la trompeta. Renacimiento, realización, cualidad de profeta, revelación, despertar, iluminación.
EL MUNDO: la guirnalda, el tetramorfos, el hermafrodita y las varas. Perfección, gloria, éxito total, la gran obra del mundo, plana realización, desenlace feliz.
EL LOCO: el gorro frigio, el bastón, el cinturón, el perro y el saco. Principio y fin, lo instintivo, nuevos puntos de vista, el eterno, buscador, inconsciencia, inocencia.